domingo, junio 23, 2013

ASTURIANOS, MILICIANOS Y CIUDADANOS DE HONOR DE LARRABETZU




Desde el pasado sábado día 22 de Abril los milicianos asturianos muertos y enterrados en el lugar conocido como Basagune-Bolumburu de la localidad vizcaina de Larrabetzu son "ciudadanos de honor" de ese municipio al serles otorgado dicho nombramiento en el Pleno Extraordinario que ese día fue celebrado en el consistorio municipal y que tenia como único punto del orden del día el otorgar a esos milicianos dicha distinción que les fue concedida con el voto unánime de todos los concejales, seis de la coalición EH-Bildu y tres del EAJ-PNV.
La alcaldesa, Mari Asun Gaztelu, sería la encargada de leer ante un pleno abarrotado de vecinos de la localidad y una treintena de personas que habían acudido al evento desde distintos puntos de Asturias, la declaración municipal en la que se reconoce y se honra "la entrega solidaria de estos milicianos asturianos muertos en Bolumburu y por extensión de todos los demás milicianos asturianos, cántabros y de cualquier otro punto de la península ibérica caidos en nuestro municipio en defensa de la Libertad y contra el fascismo".
La emoción fue en todo momento intensa y se desbordó hasta las lagrimas de algunas de las personas presentes cuando Rogelio González, hijo de Octaviano González asesinado en Laviana por los franquistas en 1937 y llegado desde Asturias con varios miembros de la "Estaya de la Memoria L'Altu Nalón" para tomar parte en el acto, colocó en la pared del Salón de Plenos una placa conmemorativa que le entregó la primera autoridad municipal en la que podía leerse "Asturianos de braveza / vascos de piedra blindada / yugos nos quieren poner gentes de la hierba mala / yugos que hemos de dejar rotos sobre sus espaldas. A los milicianos asturianos caidos en la defensa de la Libertad. A todos los luchadores antifascistas".

A continuación se leyeron sendas cartas de Maria Isabel Méndez Ramos, alcaldesa de Las Regueras -localidad asturiana donde estan enterrados alrededor de un centenar de milicianos y gudaris vascos- y de Angela Vallina, alcaldesa de Castrillón, agradeciendo la celebración de este acto y la lucha solidaria y común que milicianos asturianos y gudaris vascos realizaron en 1936 y 1937 para frenar a los alzados en armas el 18 de Julio de 1936 contra la legalidad republicana. 


Tras este Pleno Extraordinario las personas asistentes se desplazarían hasta el lugar donde se encuentran enterrados los restos de los asturianos sorprendidos en su posición por las fuerzas franquistas y asesinados tras ser apresados, según testimonio del vecino del pueblo que por haber participado en su enterramiento dió a conocer estos hechos y el lugar donde reposan los restos de estos milicianos "todos ellos muertos por disparos en la espalda". Alli, entre los pinos que pueblan ese monte, se inauguró un monolito con una placa recordatoria obra del escultor Bernat Vidal y que lleva por nombre "El último abrazo en la trinchera" y se celebró un acto en el que tomaron la palabra un representante de la asociación vasca de vicitmas del régimen franquista Ahaztuak 1936-1977 (Olvidadxs 1936-1977), un representante de la asociación asturiana FAMYR y un nieto de Benito Rehola, militar republicano y mando de una de las expediciones vascas que fueron desplazadas a luchar a Asturias, desaparecido en combate en El Mazucu.


El acto de memoria finalizó con los sones del "Eusko Gudariak" -himno de soldado vasco- y de "La Internacional" interpretada por los gaiteros asturianos que habian acudido a tomar parte en el evento y que fueron acompañados, puño en alto, por un coro de emocionados asistentes.




(Reportaje gráfico en facebook)