lunes, abril 08, 2013

FAMILIARES DE FUSILADOS DE LARRAGA DENUNCIAN EL ATAQUE AL MONOLITO

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Familiares de fusilados de Larraga comparecieron ayer ante el monolito erigido en la entrada de esta localidad de Tafallaldea para denunciar el ataque que sufrió el monumento, donde pintaron el nombre del Chato de Berbinzana, uno de los criminales de guerra más sanguinarios de la Nafarroa de 1936. La teniente alcalde de Larraga, Garazi García (Bildu), mostró el apoyo del Ayuntamiento a su denuncia.

El monumento a los fusilados de Larraga fue inaugurado hace poco menos de un año con el objetivo de formar un nuevo parque de la memoria. En el mismo, se pueden ver 47 orificios que representan a otros tantos fusilados y los nombres de las localidades en los que les quitaron la vida.

Los familiares subrayaron que el objetivo del monolito era recordar a los fusilados y reivindicar sus ideales. Por ello, lamentaron que quienes les quitaron la vida en 1936 intenten ahora borrar su memoria.En este sentido, criticaron que «tras años de democracia, no se haya impuesto el respeto a las ideas de los demás».

El Ayuntamiento de Larraga aprobará próximamente una moción en la que denunciará el ataque al monolito y mostrará su apoyo a los familiares. Asimismo, el día 27 tendrá lugar una conmemoración del aniversario del monolito.

Entre quienes acudieron ayer al monolito de Larraga se encontraba Vicente El Río, de 89 años. Su hermano Victoriano, que entonces tenía 18 años, fue uno de los fusilados en 1936.
Bajo la lluvia, recordó que el lugar en el que ahora se encuentra el monolito fue el último en el que vio vivo a su hermano antes de que se lo llevaran los fascistas. Un día antes, los franquistas ya les habían disparado cuando volvían del campo con una yegua cargada de sarmientos. Al día siguiente, fueron a buscar a su hermano a casa.

El Río recordó también cómo el recuerdo a los fusilados estuvo prohibido durante el franquismo. Su madre, en 1950, mencionó que a su hijo lo habían matado. La Guardia Civil se personó en su casa y le amenazó para que no hablase más. Catorce años después.

Asimismo, relató cómo los restos de los fusilados de Larraga, que fueron llevados al Valle de los Caídos, fueron rescatados en la década de 1980. Eso sí, les hicieron pagar los gastos y les entregaron un montón de cuerpos sin identificar. «No sabemos si los que están aquí son los nuestros o gente de Pamplona u otro lugar», subrayó.

El Chato de Berbinzana

Pedro Díaz Terés, conocido como el Chato de Berbinzana, fue un capitán falangista que se destacó en la represión en 1936, recorriendo los pueblos navarros con su Escuadra del Águila sembrando el terror. También participó en numerosos actos de pillaje. Tras la guerra, fue premiado con un alto cargo en el Servicio Nacional del Trigo, del que fue expulsado por las irregularidades que cometió en el mismo.

(Gara. 7 / 04 / 2013)