miércoles, diciembre 19, 2012

ADELINA KONDRATIEVA, IN MEMORIAM




"Desde aquí, soñando con verles lo más pronto posible, me despido con sentimientos tristes pero con ánimos para el futuro que junto a vosotros continuaremos forjando en esta batalla de las personas honradas. Pienso que en la situación actual el gran fracaso es de la derecha que no admitió la derrota sobre el fascismo y el gran fracaso es también de la izquierda que no mostró la historia real a las siguientes generaciones. De ahí la crisis de valores y la vuelta de los fascismos en sus peores manifestaciones ante el asombro de la juventud, que desconoce el horror que traen las dictaduras". El pasado jueves falleció en Moscú la mujer que ideó estas líneas, uno de los mayores iconos vivos del antifascismo: la comunista Adelina Kondratieva, nacida en Argentina. Ella, junto a su hermana Paulina, conocieron durante la Guerra Civil al lehendakari José Antonio Aguirre. Estas dos mujeres relataron en su libro de memorias Mosaico roto una anécdota sobre el presidente del primer Gobierno de Euzkadi. Ambas se mostraron sorprendidas porque ante ellas, ateas, Aguirre tomó el crucifijo para condenar el fascismo. También relatan el suceso en la película Dos hermanas.

Kondratieva visitó años atrás Durango como presidenta de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) y en Bizkaia impartió también diferentes charlas, algunas muy recordadas por el interés ciudadano que concitaron. Fue una veterana de la Guerra Civil española y de la Segunda Guerra Mundial. Fue brigadista internacional, presidenta de la sección española del Comité Soviético de Veteranos de Guerra e, incluso, teniente de Aviación de la República Española. 

"Es terrible", lamentaba a DEIA la secretaria general de AGE, Dolores Cabra. "Es durísimo salir de dar de baja a la brigadista, nuestra presidenta Adelina, y casi al mismo tiempo al guerrillero Jesús de Cos (cántabro muerto días antes)", enfatizó Cabra, quien definió a Kondratieva como "la gran luchadora por la libertad, brigadista internacional, gran impulsora del movimiento memorialista en España desde que nos conocimos a principios de los 90". 

Hija de emigrantes Nacida en Buenos Aires en 1917, de padres rusos, su padre Benjamín Abramson emigró a Argentina en 1910 para huir de la represión zarista que le había condenado a muerte. Allí residió la familia hasta 1932 en que se trasladan a Rusia para participar en la construcción del Estado socialista. Adelina solicitó su ingreso en la Unión de Juventudes Comunistas y se le denegó por considerarla "hija de un trotskista, con el agravante de haber nacido en Buenos Aires". Le costó dos solicitudes más y a la tercera la admitieron.

Veterana de la Guerra Civil, visitó hace unos años Durango e impartió diferentes charlas en Bizkaia

Adelina, con su padre Benjamín, y con identidades falsas, salieron en enero de 1937 rumbo a España, donde ya se encontraba su hermana Paulina, para participar en la lucha contra el fascismo. Después de atravesar clandestinamente la Europa fascista y Francia, consiguieron llegar a Barcelona y Valencia. Adelina, tenía 19 años y, por sus conocimientos de español fue destinada, como intérprete y traductora, al Estado Mayor de la Fuerza Aérea de la República. Uno de los trabajos de Adelina y sus compañeros era pasar toda la noche atentos a la información de la centralita que daba los partes de los aeródromos.
En 1938 regresó a Moscú donde ingresó en la Universidad Obrera para adultos y se doctoró en Ciencias Históricas. En 1941 estudia italiano para servir durante la invasión nazi como intérprete de los prisioneros italianos en el frente ruso. Alcanzó el grado de teniente superior del Ejército Soviético entre 1941-1949 y participó activamente en toda la campaña militar durante la ocupación alemana de la Unión Soviética. Se casó con el también militar Alexander Kondratiev y tuvo una hija, Elena. "Mi vida íntima fue trágica", valoró a un programa de televisión.

Brigadas Internacionales 

En 1951 fue detenido su padre, con 63 años, acusado de trotskista. Adelina, hubo de acompañarle en su detención por orden del mayor. Fue liberado tras la muerte de Stalin. En los años 90 comenzó a realizar viajes periódicos al Estado español. "Fue la inspiradora y principal impulsora del Homenaje a las Brigadas Internacionales de 1996", apunta Dolores Cabra. 

En marzo de 1997 impulsó la creación de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) y la digitalización de archivos y documentación dispersa por todo el mundo, especialmente por Rusia, relativa a la Guerra Civil. Viajó junto a Dolores Cabra por numerosos países: Gran Bretaña, Italia, Canadá, Estados Unidos, México, Suiza, Luxemburgo y Rusia, solicitando a los exiliados y a los brigadistas que colaboraran en la labor de recuperación de la memoria histórica de España. Residió largas temporadas en España, incluso en condiciones económicas muy difíciles, para formar equipos de trabajo, conseguir apoyos y reunir materiales y personas dispuestas a dar un fuerte impulso a la recuperación de la memoria histórica. 

Hasta su fallecimiento fue presidenta de AGE y tuvo el mismo cargo en la sección española de los militares participantes en la Guerra Civil Española del Comité de Veteranos de Rusia Guerrilleros Antifranquistas. "La última vez que estuve con ella -evoca Dolores-, fue con motivo del 75 aniversario de la evacuación de los niños de la guerra. En el Centro Español de Moscú asistimos a los actos conmemorativos y en el gran salón tuvo una de sus últimas intervenciones públicas, en apoyo solidario a la lucha por el mantenimiento del Centro, en peligro de desahucio por la falta de apoyo del gobierno de España. Tuvimos en esos días también un entrañable encuentro en el Comité de Veteranos con nuestras gentes queridas.

¡Hasta siempre Adelina!".

(Deia. 19 / 12 / 2012)