viernes, marzo 04, 2011

MILES DE PERSONAS EXIGEN JUSTICIA APOYADAS POR LA SOLIDARIDAD IRLANDESA

«Nos puede parecer una utopía ver a un Rodríguez Zapatero o un Mariano Rajoy pidiendo perdón, pero es una meta que nos hemos marcado y no vamos a cejar hasta conseguirla». Eva Barroso, hermana de uno de los cinco obreros muertos el 3 de marzo de 1976, subrayó así la reclamación de verdad y justicia para las víctimas de los sucesos de Gasteiz, haciendo referencia a lo conseguido por los familiares de las víctimas del Bloody Sunday irlandés, que ayer participaron en la capital alavesa en los actos del 35 aniversario. Miles de personas se dieron cita en la manifestación que recordó a los cinco obreros muertos por la Policía en una asamblea de trabajadores, así como para «exigir el fin de la impunidad de los responsables de quellas masacre y conseguir acceder a la verdad, que se imparta justicia y reconocimiento de trabajadores asesinados».

«Policía asesina» y «Herriak ez du barkatuko» fueron los lemas más escuchados durante la manifestación convocada por la mayoría sindical vasca.

La marcha estuvo acompañada por el sonido de albokas y trikitixas y finalizó en la plaza de la Virgen Blanca con la emisión de un vídeo con imágenes de los sucesos de hace 35 años. Algunas patrullas de la Ertzaintza se colocaron en la Plaza de Bilbao, el mismo lugar donde atacaron la manifestación en 2006.

También participó la delegación irlandesa de familiares de las víctimas del Bloody Sunday, muertos por los disparos del Ejército británico durante una marcha por los derechos civiles en la ciudad de Derry en 1972.

«Nos hemos juntado para compartir experiencias y aunar esfuerzos en la lucha para lograr verdad, justicia y reparación», explicó Barroso en el acto de homenaje previo a la manifestación. «Ellos han conseguido que el Gobierno británico admita la inocencia de las víctimas, la culpabilidad del Ejército británico y que el primer ministro, David Cameron, pida perdón por los crímenes cometidos», dijo, y reafirmó el objetivo de lograrlo también en el caso de Gasteiz.

La determinación de la lucha

Frente al monolito que recuerda a los cinco trabajadores muertos por disparos de la Policía -Pedro Martínez Ocio, Romualdo Barroso, Francisco Aznar, José Castillo y Bienvenido Pereda- se recordó también a los que abatió en las movilizaciones de protesta por los hechos de Gasteiz -Juan Gabriel Rodrigo en Tarragona, Bingen Antón Ferrero en Basauri, y Mario Marotta en Roma- así como a las víctimas de Derry.

El hijo de uno de los muertos en Derry, Anthony Doherty, explicó que «durante muchos años las familias se han concentrado también en Derry en un lugar parecido a Zaramaga, porque el Gobierno británico y el Ejército británico asesinó a nuestros familiares y los calificó como terroristas. Sólo intentaban luchar por derechos civiles. Cuando luchábamos por la memoria de nuestros seres queridos también nos describieron como terroristas». Añadió que hoy esto ha cambiado «por la determinación de las familias ante el Estado británico y el 15 de junio del año pasado el primer ministro, David Cameron, pidió perdón por lo ocurrido en Derry describiendo lo que pasó como algo `injustificable' y ahora reconoce lo que siempre supimos».

Concluyó asegurando que «el Estado español tiene que hacer lo mismo con la gente de Gasteiz por los que fueron asesinados en 1976. Espero que consigan la justicia y verdad que merecen y que nosotros hemos conseguido después de muchos años de lucha. Estoy convencido de que también lo lograrán».

Ataques a la clase trabajadora

Además de la reclamación de justicia, el recuerdo del 3 de marzo también sirvió para recordar las lucha de la clase trabajadora frente al recorte de derechos. ELA, LAB, ESK y STEE-EILAS subrayaron que en un momento histórico de crisis creada por la banca y la patronal, el último año ha sido especialmente duro, con los gobiernos convertidos «en sumisos títeres al servicio del poder económico». Los sindicatos denunciaron las restricciones del gasto social, los recortes salariales, las reformas laboral y de las pensiones, como las agresiones más graves, y advirtieron de que se preparan otras nuevas, como la reforma de la negociación colectiva. Valoraron el sindicalismo que ha respondido en Euskal Herria a estas agresiones, frente al de acompañamiento y desmovilizador. También reclamaron al Gobierno español que permita el desarrollo de todos los proyectos políticos y ponga fin a su política penitenciaria.

reconocimiento

La hermana de Romualdo Barroso afirmó que «nos puede parecer una utopía ver a un Rodríguez Zapatero o un Mariano Rajoy pidiendo perdón, pero es una meta que nos hemos marcado y no vamos a cejar hasta conseguirla».

más ataques

ELA, LAB, ESK y STEE-EILAS recordaron que en el último año la clase trabajadora ha sufrido graves agresiones, que han sido respondidas por el sindicalismo de confrontación mayoritario en Euskal Herria, y advirtieron sobre las nuevas amenazas.

saludo afectuoso

Blanca Antepara, cuyo hijo Josu Ormaetxea fue herido el 3 de Marzo, y otro hijo, Iñaki, falleció a manos de la Guardia Civil en Morlans, fue saludada afectuosamente por Anthony Doherty y Anthony Gillespie, víctimas del Bloody Sunday, en el acto del mediodía.

Los firmantes de Euskal Herria Ezkerretik llaman a la unidad y el trabajo en común

«Independentistas, soberanistas, sectores de izquierda, es la hora del trabajo en común, es la hora de la unidad». Con estas palabras cerró el juntero de la izquierda abertzale Aitor Bezares el acto convocado a mediodía por las fuerzas firmantes del acuerdo Euskal Herria Ezkerretik. Junto a él se encontraban en el estrado Amparo Lasheras, militante de la izquierda abertzale, la ex diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle y el concejal Antxon Belakortu, ambos de EA, y los miembros de Alternatiba Jorge Sevillano y Luis María Salgado.

Cientos de personas asistieron al acto político, y entre ellas estaban dirigentes de las tres formaciones convocantes, como Rufi Etxeberria y Jone Goirizelaia, de la izquierda abertzale, Peio Urizar, de EA, y Oskar Matute, de Alternatiba.

También asistieron víctimas del 3 de Marzo y la delegación de víctimas del Bloody Sunday que se encuentra estos días en Euskal Herria. De hecho, uno de los momentos más emotivos del acto fue cuando Anthony Doherty leyó en voz alta el nombre de los catorce muertos en Derry y los cinco de Gasteiz, en medio de aplausos y gritos como «Herriak ez du barkatuko».

Al tomar la palabra, Bezares abogó por un escenario de «no violencia y de respeto a los derechos civiles y políticos» para desarrollar un proceso democrático en este país, y explicó que para la izquierda abertzale, Alternatiba y EA es una prioritario lograr «una paz justa y definitiva». Asimismo, advirtió de que la legalización de la izquierda aberztale «es ineludible» y consideró que no se debe dilatar en el tiempo «por intereses partidistas y políticos».

En este sentido, y tras reiterar el compromiso de estas tres fuerzas políticas con el Acuerdo de Gernika, consideró que el Gobierno español «debe dar pasos para facilitar una escenario de conversaciones, negociación y de acuerdo multipartito». «Euskal Herria necesita una segunda transición democrática donde se reconozca el derecho a decidir libre y democráticamente su futuro» afirmó, valorando que «es necesario superar el actual marco estatutario donde los proyectos soberanistas e independentistas no tiene cabida».

(Gara. 4 / 03 / 2011)