martes, mayo 26, 2009

LA FUGA DE LOS 221 MUERTOS

Más de 600 gallegos estuvieron presos durante el franquismo en el fuerte de San Cristóbal, en Navarra. Hace hoy 71 años, un grupo de reclusos organizó una fuga. Su sueño de libertad duró unas horas. De los 795 encarcelados –185 gallegos– sólo tres lograron cruzar la frontera francesa. 221 huidos, entre ellos el ferrolano Manuel Rivera, fueron fusilados en la evasión. Sus familiares viajan el fin de semana a Pamplona para asistir al homenaje con motivo del 71 aniversario de la fuga de los 221 muertos.

Fue uno de los 795 presos republicanos que protagonizaron la mayor fuga penitenciaria de España. El ferrolano Manuel Rivera falleció hace hoy 71 años en la evasión del fuerte de San Cristóbal, en Pamplona. Sus restos yacen en el monte Ezbaka, junto a los cuerpos de más de 200 represaliados fugados, un grupo indeterminado de presos gubernativos (no registrados) que falangistas de distintos pueblos iban a buscar al fuerte para pasearlos en la primera curva y cerca de 400 presos a los que no fusilaron pero que pero dejaron morir.

Siete décadas después de la fuga de los 221 muertos, los familiares de Manuel Rivera recorrerán las instalaciones del penal con motivo del homenaje que la Asociación de Familiares de Fusilados en Navarra y el colectivo cultural Txinparta organizarán el domingo a las puertas del fuerte. Su hermana, que durante los años del franquismo mantuvo encendida una luz entre las tinieblas de la represión, viajará acompañada de su hija, su yerno y sus nietos al lugar donde está enterrado Manuel. Será su primer encuentro en 71 años.

“La historia de Manuel es la de un chico de 18 años que tuvo un acto, para nosotros heroico, que lo llevó a prisión”, recuerdan sus familiares desde Ferrol. Ese acto se produjo el 20 de julio de 1936. Ese día, multitud de trabajadores se concentraron en el parque del Arsenal de Ferrol a la espera de recibir armas para defender la causa de la República. A la concentración de los obreros, las fuerzas militares respondieron con disparos. Manuel, electricista del Arsenal, iba armado con un fusil que apenas sabía manejar y no se quedó quieto, sino que devolvió los disparos. El fuego cruzado se saldó con seis muertos. “Muchos hombres y mujeres se salvaron por la intervención de Manuel. Si no lo hubiera hecho la cifra de víctimas no sería de tan sólo seis”, comentan los familiares.

30 años de cárcel

Manuel fue condenado a 30 años de cárcel. Los primeros meses, hasta finales del 36, estuvo retenido en el castillo de San Felipe de Ferrol, y de ahí fue trasladado al fuerte de San Cristóbal, hasta la gran fuga del 22 de mayo de 1938. Su familia no quiere que la historia de Manuel finalice ahí. Su madre falleció con la esperanza de que algún día recuperaría sus restos. Setenta años después, los tres hermanos de Manuel esperan cumplir ese sueño. Localizar en qué lugar exacto de la ladera del monte Ezbaka está su cuerpo para poder exhumarlo y darle sepultura junto a los restos de su madre en su tierra natal.

A la familia nunca se le comunicó la muerte de Manuel. Al contrario, en una hoja de la causa figura que “el 22 de noviembre de 1941, queda en libertad provisional el preso Manuel Rivera”, cuando realmente había fallecido el 22 de mayo de 1938. No fue hasta hace un mes cuando sus familiares lograron la partida de defunción que en decenas de ocasiones habían solicitado sin ningún éxito hasta ahora. Fue a través de la Asociación Txinparta, de la que es miembro Koldo Pla, también edil de Na Bai en Ansoain. Con él y otros familiares de presos enterrados en el fuerte y sus alrededores (615.000 metros cuadrados) coincidirán en el homenaje del domingo en San Cristóbal. La de Manuel será la única familia gallega que asistirá al acto.

El 22 de mayo de 1938, Manuel Rivero y otros 794 hombres encarcelados en San Cristóbal protagonizaron una fuga en el fuerte. El sueño de libertad apenas duró unas horas. De los 795 reclusos que participaron en la fuga, sólo tres consiguieron el objetivo de cruzar la frontera francesa. Para Manuel Rivera y otros 56 gallegos huidos, la aventura terminó ese día. Fallecieron fusilados antes del juicio por la evasión.

(El Faro de Vigo. 22 / 05 / 09)