martes, julio 08, 2008

30 AÑOS SIN GERMÁN


Se cumplen hoy 30 años del asesinato del joven pamplonés Germán Rodríguez por un disparo durante los sucesos registrados en las calles de Pamplona después de la entrada de la Policía en la plaza de toros. Los tres sumarios abiertos sobre el caso se cerraron sin resultados y el crimen permanece aún impune. De hecho, y aunque parezca increíble, nadie ha sido juzgado.

Después de tres décadas sin que la Justicia hallase responsable alguno, 66 profesionales navarros del derecho emitieron el pasado 26 de junio un comunicado exigiendo el esclarecimiento del suceso. La propuesta planteada por los abogados iba dirigida, por un lado, al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, a quien pidieron que realice "una investigación a fondo que aclare el por qué del sobreseimiento de las denuncias penales, por parte de los Juzgados y Tribunales de Pamplona, con declaración de responsabilidades en su caso", y que, asimismo, se "reabran, si procede, los sumarios correspondientes en relación con los hechos acaecidos".

Hoy, a la una de la tarde, Germán Rodríguez volverá a ser recordado por familiares y amigos en el lugar en el que cayó herido de muerte.

CÓMO OCURRIÓ

El joven pamplonés Germán Rodríguez fue asesinado por disparos de las Fuerzas del Orden Público, a cuyos miembros se conocía popularmente como los grises, durante los disturbios registrados el 8 de julio de 1978, hace ahora 30 años.

Hacia las 20.45 horas, un grupo de jóvenes saltó al ruedo tras el último toro de la tarde portando una pancarta reivindicativa en la que podía leerse el lema "Amnistía total, Presoak kalera, San Fermín sin presos". Los espontáneos dieron la vuelta a la plaza generando reacciones diversas entre el público. Cierto sector del coso mostró su disconformidad lanzando a los manifestantes almohadillas y botellas, lo que desencadenó en una bronca que sirvió de excusa para la entrada en juego de la Policía Armada.

Unos cuarenta agentes de este cuerpo policial irrumpieron en la plaza armados con material antidisturbios y comandados por Miguel Rubio, comisario jefe de la Policía en Pamplona, quien dio orden de cargar contra los mozos que se encontraban en la arena. Los agentes utilizaron pelotas de goma y botes de gases lacrimógenos de forma indiscriminada, tambien contra los que se encontraban en las gradas. En medio del caos –había unas 20.000 personas entre el público.–, algunos trataron de escapar a través del patio de caballos y muchos otros corrían para refugiarse en el interior de la plaza.

Mientras tanto, surgía una lluvia de objetos procedente del tendido de sol contra las fuerzas policiales. A partir de ese momento, varios miembros de las Fuerzas del Orden Público comenzaron a utilizar sus armas disparando fuego real contra la muchedumbre, dejando siete heridos de bala.

Hacia las 21.00 horas, otro grupo de unos 40 agentes volvió a cargar en el coso, entrando esta vez por el patio de caballos y utilizando también armas de fuego. Mientras tanto, un grupo de personas salía del lugar oculto en un camión frigorífico, preparado en el patio de caballos para trasladar los restos de los toros lidiados.

Conforme fue relajándose la tensión, los heridos comenzaron a llegar a la enfermería de la plaza para ser trasladados posteriormente a diferentes hospitales de la ciudad. El médico de la enfermería, Francisco Javier Martínez de Lecea, certificó que había atendido a un total de 55 heridos.

Tras las cargas, la mayoría del público se refugió en sus casas, en bares o en domicilios de amigos. Mientras tanto, comenzaron a registrarse nuevos disturbios con barricadas en los alrededores del Gobierno Civil, donde ardió una furgoneta de reparto de "El Pensamiento Navarro".

Atendiendo a una llamada del gobernador Ignacio Llano, representantes sindicales y políticos, así como de la comisión de peñas, se reunieron en el Gobierno Civil para tratar de calmar la situación. El encuentro finalizó sin éxito.

Hacia las 22.15 horas, los agentes volvieron a sustituir el material antidisturbios por fuego real junto a la avenida Carlos III. En la confluencia de Paulino Caballero con la avenida Roncesvalles un grupo de policías efectuó varias ráfagas de disparos, uno de los cuales alcanzó a Germán Rodríguez. Tres jóvenes que vieron cómo caía lo trasladaron al hospital junto a otro herido de bala, aunque allí no pudieron hacer nada por salvar su vida. Cabe señalar que en el cruce de la avenida de Roncesvalles y Carlos III se contabilizaron 35 impactos de bala, de los cuales 19 fueron realizados a una altura de entre 0,80 y 2,30 metros, lo que evidencia la clara voluntad de alcanzar a las personas que allí se encontraban.

Sin embargo, nadie ha respondido ni ha sido condenado por aquellos sucesos. De hecho, ni siquiera nadie ha sido nunca juzgado. En su aparición en el documental "Sanfermines 78", tanto el entonces gobernador Ignacio Llano como el comisario jefe de la Policía, Miguel Rubio –que encabezó la carga en la plaza de toros– se limitaron a echar balones fuera eludiendo cualquier tipo de responsabilidad. Mientras que el primero se lamentaba asegurando que "sabíamos que no había que actuar en la plaza", el segundo se limitaba a señalar que "algo falló".
("Noticias de Navarra","Noticias de Gipuzkoa", "Noticias de Alava" y "Deia". 8 / 07 / 08)